Según el mencionado informe (“Bank of America’s 2010 Environmental Progress Report”) a través de dicha iniciativa, lanzada en 2007, el banco preveía invertir 20.000 millones de dólares (unos 15.273 millones de euros) en un período de 10 años, en actuaciones en todo el territorio de Estados Unidos, Canadá, Asia y Europa para prevenir el calentamiento global.

Sin embargo, en junio de este año el banco ya había dedicado un total de 8.400 millones de dólares (6.414 millones de euros) a dichos objetivos.

Dichos fondos se habrían destinado a proyectos para la obtención de la certificación LEED y Energy Star, que conceden el Consejo para la Construcción Ecológica y la Agencia para la Protección del Medioambiente de EEUU, respectivamente, a la edificios respetuosos del medioambiente, y a tecnologías eficientes en consumo de energía.

Asimismo, en el marco de su iniciativa para la lucha contra el cambio climático, Bank of America habría financiado préstamos a particulares y empresas para la implantación de energía solar, eólica, de biomasa y biocombustibles.

También ha adjudicado ayudas a proyectos para la reducción de emisiones globales de CO2, y a organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas a la lucha contra el cambio climático.