Rodríguez Zapatero estará en Nueva York el lunes y el martes para participar en la Reunión de Alto Nivel sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio acogida por la ONU para evaluar el grado de cumplimiento de esos compromisos y las fórmulas para solventarlos con éxito en la fecha marcada, 2015.

El martes, Rodríguez Zapatero mantendrá una reunión, cerrada a los medios de comunicación, con responsables de Citigroup, Prudential, Blackrock, Paulson & Co., Morgan Stanley, Soros, Bridgewater Associates, Metlife, Travelers, Goldman Sachs, Wellington Management Co., KKR, y TIAA Cref.

Se trata de los principales bancos y fondos de inversión de Estados Unidos, que manejan deuda e inversiones españolas, y ante ellos el presidente “venderá país”, explican desde su entorno.

Con ese mismo objetivo mantendrá otra reunión con los miembros del Consejo Editorial del Wall Street Journal, todo ello para exponer ante los interlocutores estadounidenses una visión “más completa” de la situación económica española, de sus “fortalezas”, y de las reformas emprendidas.

Además, el presidente pronunciará una conferencia en la Universidad de Columbia invitado por el Premio Nobel Joseph Stiglitz y por Jeffrey Sachs, ambos profesores de ese centro, dentro de unas jornadas de análisis de la evolución economíca mundial y los objetivos de erradicación de la pobreza.

Rodríguez Zapatero participará en el plenario de Naciones Unidas sobre evaluación de los Objetivos del Milenio y también en una o dos meses redondas en las que expondrá la contribución española a la lucha contra la pobreza y al cumplimiento de esas metas.

Durante su estancia en esa Reunión, el presidente mantendrá varios encuentros bilaterales, uno de ellos con el rey de Marruecos, Mohamed VI; y otro con el presidente de Israel, Simon Peres. No está previsto, sin embargo, que se vea con el presidente de Rwanda, Paul Kagame, a pesar de que ambos copresiden el grupo de la ONU para la evoluación de los Objetivos del Milenio.

En contra de lo que ha sucedido en ocasiones anteriores, no está previsto que el presidente español anuncie ninguna nueva aportación financiera internacional a la ayuda al desarrollo adicional a lo ya programado.

Sin embargo, sí reiterará el compromiso de España de contribuir a los esfuerzos internacionales para erradicar el hambre y la pobreza, haciendo hincapié en las buenas prácticas de gestión de proyectos y en la eficacia en el diagnóstico de las carencias más importantes.

A pesar de que la ayuda oficial al desarrollo por parte de España se ha recortado este año y el siguiente dentro de los planes de reducción del déficit, el Gobierno subraya que en los últimos años ha crecido un 139% hasta llegar a los 4.734 millones de euros en 2009.

Desde el Gobierno se asume que España no podrá llegar al 0,7% del PIB a ayuda al desarrollo en 2012, y que ese objetivo tendrá que esperar tres años, cumpliendo el calendario previsto por la Unión Europea al que el Ejecutivo pretendía adelantarse.