A través de un comunicado, la embajada recuerda que Brito recibió las tierras del Gobierno en 1999 a través del extinto Instituto Agrario Nacional, aunque en 2003 se llevó a cabo un "operativo especial de regularización" en el que se otorgó cartas agrarias de terrenos limítrofes a dos vecinos.

Brito denunció entonces que ese reparto suponía un "solapamiento de tierras", lo que dio lugar a una verificación de linderos por parte del Instituto Nacional de Tierras. El organismo público "corroboró la no existencia del mencionado solapamiento y se le señaló la necesidad de que procediera al trabajo de construcción de cercas con la finalidad de delimitar claramente su propiedad".

Además, el Estado instó a Brito a trabajar las tierras que reivindicaba porque las inspecciones realizadas ponían de manifiesto que "la única actividad productiva que se ejecutaba en el fundo Yguaraya era el arrendamiento de tierras".

En 2005, el Instituto Nacional de Tierras ratificó la propiedad del fundo La Yguaraya para el ciudadano Franklin Brito y, tras una revisión técnica, un juzgado estableció que “no existe el solapamiento" del que se quejaba el ahora fallecido tras una larga huelga de hambre.

El caso llegó hasta el Tribunal Supremo de Justicia, que en marzo de 2007 sentenció que "no existían los elementos alegados por el ciudadano Franklin Brito, en lo referente al solapamiento de las tierras y a la violación de su propiedad rural". Aunque solicitó amparo constitucional, le fue denegado.

En ese momento, la Embajada de Venezuela en España asegura que se comprobó "el total estado de abandono de las tierras del fundo Yguaraya" que poseía Brito y que, según él, le había sido arrebatado por el Gobierno en una revisión del reparto de tierras.

El Gobierno sostiene que "en ningún momento fue sujeto de ningún procedimiento de rescate y/o expropiación sino que siempre permaneció en posesión de las tierras que le otorgó el extinto Instituto Agrario Nacional en el año 1999".

De hecho, subraya que a través de los nuevos organismos oficiales se financiaron trabajos llevados a cabo por Brito en las tierras, como el permiso para abrir un paso principal al fundo La Yguaraya, la construcción de una cerca que distinguía la servidumbre de paso, la ampliación de la entrada principal con pases de rastra de tractor y la colocación de la cerca con botalones y líneas de alambre.

Además, el Estado ejecutó una obra de alcantarillado y de "engranzonamiento" para que el dueño obtuviera acceso libre a la maquinaria pesada para su fundo. También le concedió "de manera gratuita" la deforestación de 40 hectáreas, la entrega de un tractor y una rastra, la reparación de su vehículo personal, la entrega de varios electrodomésticos y otras ayudas que define como "beneficios sociales".