Convertirse en un hipotecado más parece ahora más complicado que hace unos años, cuando bancos y cajas eran más permisivos.

La mayoría de los encuestados asegura que los requisitos exigidos por los bancos son inalcanzables. No obstante, un 1% de los entrevistados piensa que se están concediendo hipotecas al mismo ritmo que siempre. Asimismo, existe un 5% que opina que actualmente hay mejores ofertas hipotecarias que antes.

En cuanto a la entidad elegida para contratar una hipoteca, el banco o caja de ahorros de siempre suele ser la primera y, a veces, la única opción de los clientes. En concreto, el 32% de los encuestados solamente consultó con su sucursal de confianza para formalizar su préstamo, mientras que un 20% visitó varias entidades, pero finalmente acabó decantándose por la oferta de su banco o caja habitual.

Por otra parte, casi un 44% afirma que nunca ha necesitado renegociar los requisitos iniciales de su préstamo para conseguir mejores condiciones, mientras que algo más del 35% revela que lo intentó pero no pudo alcanzar el acuerdo.

Sólo un 10% afirma haber conseguido una reducción en el diferencial, mientras que otros lograron eliminar las comisiones o retrasar un par de meses el pago de la letra.

Si el diálogo con la sucursal actual no convence, la subrogación o cambio de banco es otra opción. Un 47% de los encuestados afirma haberlo intentado sin éxito, mientras que un 36% confiesa que no piensa hacerlo porque el trato que obtiene a día de hoy es excelente. De los que sí se subrogaron, un 13% se manifiesta a favor de esta fórmula, declarando que ha ganado con el cambio, pero un 4% se arrepiente de haber trasladado su préstamo.

Por otro lado, la concesión de la hipoteca suele llevar unida la contratación de una serie de productos y servicios. La encuesta de Pisos.com revela que en un 88% de los casos el seguro de hogar es el requerimiento más común. Le siguen el seguro de vida, necesario en el 68% de los préstamos; la domiciliación de la nómina (67%) y las tarjetas de crédito (49%).

Menos habitual resulta la obligación de suscribir un plan de pensiones (21%) o un seguro de impago (12%). Los entrevistados también revelan que sus bancos les exigieron firmar cláusulas de suelo y techo, así como domiciliar el pago de los recibos de los suministros.