Así se recoge en una nueva investigación encargada por WWF, titulada ‘Mapa de la cadena de suministro de soja europea: soja oculta en productos animales consumidos en la UE27 + Reino Unido’, y dada a conocer este viernes.

Según esta ONG, el consumo de este alimento se asocia mayormente con la destrucción de bosques, sabanas y praderas en América del Sur. En pleno debate de la próxima ley de deforestación importada en la UE, la organización pide a los gobiernos europeos que aseguren que la cesta de la compra está “libre de destrucción de la naturaleza”.

En 2020, el europeo medio consumió 237 huevos; 117 kilos de varios productos lácteos; 58 kilos de carne de cerdo, aves, ternera y otras carnes, y 2 kilos de pescado de piscifactoría. En algunos casos, como con el pollo y el salmón, la cantidad de pienso animal de soja empleado es casi igual a la del alimento producido.

En este sentido, se necesitan 95 gramos de soja para producir 100 gramos de salmón de piscifactoría y 96 gramos de soja para 100 gramos de pechuga de pollo.

“Necesitamos abrir los ojos al impacto que el modelo de consumo de la Unión Europea tiene no sólo en los bosques, sino también en los pastos y las sabanas: no podemos apoyar la destrucción de la naturaleza ni los medios de subsistencia de las personas en terceros países para llenar nuestra cesta de la compra”, apuntó Elena Domínguez, técnico del programa de alimentos de WWF España.

DEFORESTACIÓN IMPORTADA

Actualmente, los Estados miembro de la UE debaten su posición sobre la nueva ley contra la deforestación importada, mediante una reunión entre los ministros de medio ambiente programada para el próximo 17 de marzo.

Según WWF, la propuesta legislativa presentada por la Comisión Europea el pasado noviembre contiene “muchos elementos fuertes”, pero limitaría el alcance de la nueva ley a la protección de los bosques, lo que pospondría una posible inclusión de otros ecosistemas valiosos al menos durante dos años.

“Esto significa que se ignoraría la presión existente de la producción agrícola sobre las sabanas y los pastizales, y existe el riesgo de que la nueva expansión de la producción de soja se traslade de los bosques a estos otros ecosistemas”, indicó WWF.

Según Elena Domínguez, técnico del programa de alimentos de WWF España, garantizar que la alimentación diaria esté “libre de destrucción de la naturaleza” implica que la nueva ley cubra otros ecosistemas naturales desde el inicio. “Ahora es crucial que nosotros, como ciudadanos, pidamos a nuestros gobiernos que defiendan la naturaleza y apoyen una ley fuerte y sin lagunas”, añadió.

“Desde WWF animamos a todo el mundo a transmitir un mensaje al gobierno español sobre la importancia de defender una ley ambiciosa a través de nuestra campaña ‘No te comas el bosque’”, agregó Domínguez.