La portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento, Ángeles Álvarez, y el responsable de Urbanismo y Vivienda, Daniel Viondi, se reunirán esta tarde con decenas de vecinos afectados por la enajenación de estas viviendas, por las que el Consistorio espera obtener al menos 64.380.000 euros, según los socialistas, que consideran esta acción "de una gravedad absoluta".

El PSOE respalda las quejas de estos vecinos y les planteará una serie de acciones institucionales para que "el Gobierno municipal ceje en su empeño por liquidar el patrimonio municipal de vivienda y les deje en la calle en un tiempo"; y advierte de que no consentirá "que la EMVS y el Gobierno municipal se conviertan en unos especuladores".

Para el PSOE, que cree que "todo esto huele a podrido" y que denuncia que se ha hecho de espaldas a la oposición, la razón de esta operación es la deuda de 1.000 millones de la EMVS, triplicada desde que Gallardón es alcalde, que se tratará de reducir vendiendo su patrimonio.

"Es un absoluto desprecio a los derechos de los vecinos que están alquilados en estas viviendas", dijo Viondi, quien recordó que cuando el alcalde entregó las viviendas de Sanchinarro llegó a decir textualmente que 300 jóvenes disfrutarían desde ese momento de su primera vivienda, en la que residirían en régimen de alquiler con opción a compra; "y ahora va y pretende dejar en la estacada a estos madrileños".

Según el PSOE, el precio medio de salida para las viviendas afectadas es de 102.000 euros por piso. Viondi cree que "es una subasta con plazos muy cortos para decidir por parte de las empresas y con un precio sólo al alcance de las grandes inmobiliarias o fondos de inversión. Está claro que estaba pensado desde hace tiempo, escondido hábilmente a oposición y vecinos, y diseñado para ser viable para solo unos pocos".

Viondi se preguntó "¿por qué no les ofrecen la venta de las viviendas a los actuales inquilinos si en su contrato de alquiler se les abre la puerta para ello?", con lo que asegura que se podrían alcanzar hasta 83 millones de recaudación, casi 20 millones más que en la subasta".

"La razón es bien sencilla", se responde él mismo, "como se busca liquidez inmediata para las arcas municipales, se pide pago urgente tras la adjudicación de la subasta. Y eso no lo garantizan los vecinos, que tienen que pedir las hipotecas".