“Las autonomías son el término medio y el que conviene a España y también a Galicia”, defendió Fraga, quien abogó por desarrollar las autonomías y que “todas tengan el mismo valor, que no haya autonomías de primera y de segunda” y, sobre todo, “que no se permitan poner en duda la unidad de España”.

“No soy nacionalista ni tengo simpatía ninguna por los nacionalistas”, proclamó en el coloquio posterior a su intervención en la conferencia de cierre de curso del "Fórum Europa. Tribuna Galicia", organizado en Santiago de Compostela por Nueva Economía Fórum.

En esta línea, el ex presidente gallego calificó de “pésimo ejemplo” el dado por el Gobierno catalán en su oposición a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut. “Lo que está pasando en Cataluña es muy de lamentar”, afirmó, ya que supone dar “marcha atrás en toda la organización del Estado”. Ironizó con el hecho de que el presidente catalán, José Montilla, es andaluz y encontró en Cataluña más oportunidades de las que podría esperar.

Sobre la situación de Euskadi, mostró su alegría por el acuerdo poselectoral de socialistas y populares y por el hecho de que “ETA (a la que se refirió como triste ejemplo del 'abuso' del nacionalismo) ha perdido mucha fuerza”.

Fraga también recordó su papel como ponente de la Constitución y el hecho de que decidieran entonces que la solución autonómica era la mejor. “El Estado es plural ya”, sentenció, para recalcar que “no soy partidario de un sistema federal”.

El senador del PP hizo hincapié en que lo importante es combatir la crisis económica y no incidir en el debate autonómico abierto ahora. “El tema económico no está definitivamente resuelto, es ahí donde hay que poner el énfasis”, afirmó, al tiempo que descartó estar en contra de tocar el Estatuto, aunque señaló que no hay que cambiarlo -como tampoco la Constitución- “hacia el federalismo”.

CRÍTICAS AL “SABLAZO” ESTATAL

“El Estatuto puede y debe ser mejorado”, aseguró Manuel Fraga, quien reiteró que “estamos viviendo el problema económico que se plantea si no hay quien controle debidamente el gasto e ingreso” de las autonomías.

Al respecto, lamentó que el Gobierno central haya dado “sablazos” a Galicia y “quitado dinero de manera vergonzosa”. “Espero que termine ahí”, apuntó, porque si no, las autonomías serán sólo “un nombre que no corresponde a ninguna realidad”.

Asimismo, preguntado por la posible conveniencia de una reforma que asegure la existencia de una Administración única, no se mostró específicamente partidario, sino que reivindicó que el Estado debe facilitar a las autonomías “medios” para conseguir que las comunidades “creen sus propios métodos de ingresos”, sin que por ello se haga “desaparecer la superioridad de la Administración del Estado”.