En total se suministraron en las redes públicas de abastecimiento urbano 4.941 hectómetros cúbicos, de los que las tres cuartas partes se registraron como agua distribuida para el consumo de los hogares. Además, las pérdidas por fugas, roturas y averías supusieron el 16,6% del total, mientras que el volumen de agua no registrada por fraudes o errores de medida representó un 7,9%.

Respecto a la procedencia, un 64,8% del volumen distribuido provenía de aguas superficiales, un 32,2% de aguas subterráneas y un 3% de otro tipo de aguas, como las desaladas del mar o las salobres.

Por comunidades autónomas, los consumos medios más elevados se dieron en la Comunidad Valenciana (con 189 litros), Cantabria (188) y Principado de Asturias (177), mientras que los consumos medios más bajos se registraron en los hogares de Navarra (131 litros por habitante y día) y en Cataluña, Baleares y País Vasco (139 litros).

Asimismo, el agua aumentó en cinco céntimos de euro su precio, pasando de los 1,26 euros en 2007 a los 1,31 al año siguiente, de los cuales 0,81 euros por metro cúbico se debían al valor unitario del suministro y 0,50 euros por metro cúbico al saneamiento (alcantarillado, depuración y canon).

Baleares, con un precio del agua de 1,89 euros por metro cúbico, Murcia (1,87) y Canarias (1,70) fueron las comunidades con cuantías más elevadas. Por el contrario, Galicia (0,75 euros por metro cúbico), Cantabria (0,89) y Castilla y León, País Vasco y Asturias (0,94) presentaron los importes más bajos.