Ésta es, según la doctora Mnereo, la conclusión de dos estudios de investigación presentados recientemente en el Congreso Internacional sobre Obesidad celebrado en Estocolmo, que evaluaban la eficacia de una selección de complementos adelgazantes vendidos en farmacias y establecimientos de comida sana.

Según la experta, en estos trabajos no se han encontrado evidencias de que los complementos faciliten la pérdida de peso, "más allá de la provocada por el efecto placebo", y sí se ha demostrado, en cambio, que los productos no son más eficaces que los compuestos falsos con los que se comparaban.

"Estos productos y muchos otros más se venden con el reclamo de que adelgazan sin tener ningún estudio serio que los avale", aseguró Monereo, quien añadió que "se anuncian a bombo y platillo y hacen su agosto en personas que están desesperadas buscando un milagro que les ayude a perder peso".

Sin embargo, advirtió la especialista, "los que seriamente nos dedicamos al estudio y tratamiento de la obesidad sabíamos que (los complementos dietéticos) eran un engaño y que no servían para nada".

En su opinión, el exceso de peso es una enfermedad desde el primer kilo de más y, tanto para perder un kilo como para perder 20, el planteamiento siempre debe ser el mismo: "tratar el exceso de peso como una enfermedad, resultante de un desajuste metabólico del balance energético".

"Cualquier producto farmacológico que se venda con una indicación concreta debe tener estudios clínicos que avalen su eficacia, es decir, que tomándolos se pierda más peso que con dieta solo, y conocer todos los efectos que producen buenos o malos", concluyó la especialista en nutrición y en obesidad.