La Sociedad Internacional de Sida ha plasmado esta reivindicación en la llamada "Declaración de Viena", que busca mejorar la salud y la seguridad comunitarias haciendo un llamamiento a los gobiernos para que promuevan el desarrollo de políticas basadas en la evidencia científica frente a las drogas inyectables.

Según explicó en la presentación de la declaración el presidente de IAS, Julio Montaner, el documento hace referencia a que la criminalización de la que son objeto en muchos países los usuarios de drogas "tiene consecuencias nefastas sobre la epidemia del VIH y su expansión".

Por este motivo, la Sociedad Internacional de Sida apuesta en la "Declaración de Viena" por promover nuevas políticas frente a las drogas inyectables, "que empiecen por reconocer que los adictos son enfermos, no criminales", y que continúen con la implementación y evaluación de intervenciones enfocadas a la prevención, tratamiento y reducción de daños basadas en la evidencia científica.

Esta declaración hace pues un llamamiento a los gobiernos y organizaciones de todo el mundo para que den ciertos pasos como emprender "una revisión transparente" de la efectividad de las políticas actuales frente a las drogas, o implementar y evaluar un abordaje de la salud pública, basado en la ciencia y dirigido a los daños que producen estas drogas.

La "Declaración de Viena" ha precedido a la XVIII Conferencia Internacional sobre el Sida, AIDS 2010, que se está celebrando estos días en Viena (Austria) organizada por la Sociedad Internacional de Sida.