A pesar de la muerte de varios miembros del personal y de daños importantes en sus oficinas y almacenes, el PMA comenzó a distribuir galletas de alto contenido energético y otros alimentos elaborados 24 horas después del seísmo.

Una semana después del terremoto, y pese a los problemas logísticos, el PMA distribuyó un millón de raciones de alimentos a 200.000 personas.

Esta agencia de la ONU estableció una red de 16 centros de reparto en Puerto Príncipe, que ayudó a repartir raciones de dos semanas de arroz a más de 1,3 millones de personas en menos de seis semanas.

El PMA puso además en marcha en febrero una unidad de nutrición para las madres y los niños pequeños, con alimentos especializados, y los programas de comidas escolares se reanudaron en marzo, con la distribución de comida diaria para 655.000 niños.

También en marzo, unos 1,3 haitianos, principalmente mujeres y niños, recibieron una canasta con alimentos como arroz, frijoles, soja mezclada con maíz, aceite y sal.

Por otro lado, más de 30.000 ciudadanos haitianos participan en proyectos que les proporcionan dinero y alimentos a cambio de trabajar para reconstruir las zonas dañadas por el terremoto.

El PMA prevé que más de 140.000 trabajadores participarán en estos programas a finales de año, lo que beneficiará a unas 700.000 personas.