Según las cifras del informe, del que hoy informó la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), las mujeres han pasado de representar el 35% de empleados de las cajas en 2001, al 38% el pasado ejercicio.

Del total de 113.363 empleados que tenían las cajas de ahorros a finales de 2004, 43.305 son mujeres y 70.058, hombres.

De las féminas que trabajan en estas entidades, un total de 7.536 lo hace en puestos directivos, el 6,65% de la plantilla; 28.108, el 24,79% del total, realiza tareas administrativas; y 6.288, un 5,55%, desarrollan labores técnicas.

Asimismo, y según los datos recogidos en la Memoria de Responsabilidad Social Corporativa de las Cajas de Ahorros, 24.122 mujeres, el 21,28% de todos los empleados, tienen una edad comprendida entre los 25 y los 40 años.

Un total de 15.584, el 13,75% de la plantilla, tiene entre 40 y 55 años, y un 1,85%, 2.098 mujeres, más de 55 años. El 1,32% del total de la plantilla, 1.501 mujeres, no llega a los 25 años de edad.

Además, como respuesta a los cambios sociales derivados de la incorporación de la mujer al entorno laboral y con el fin de mejorar la motivación de este grupo, el nuevo convenio del sector recoge, como uno de sus principios básicos, la conciliación de la vida laboral y familiar.

Fruto de esta sensibilidad, en las cajas existe una tendencia creciente a establecer unas políticas que faciliten la conciliación de la vida familiar y laboral, especialmente en el caso de las mujeres como, por ejemplo, la posibilidad de sustituir el permiso de lactancia por diez días adicionales de vacaciones inmediatamente posteriores a la finalización del permiso por maternidad.

Otras de las medidas adoptadas por las cajas de ahorros para favorecer esta política es el derecho al disfrute de cinco días adicionales de vacaciones durante el primer año de vida del recién nacido; la concesión de permisos especiales para ausentarse del trabajo en una variada tipología de casos; trabajar, en la medida de lo posible, lo más cerca del domicilio, especialmente en madres con hijos por debajo de una determinada edad, y la programación de actividades para los días sin colegio.

Asimismo, y como consecuencia del convenio colectivo, los empleados de las cajas disfrutan de una serie de beneficios de carácter social, que pueden ser complementados por iniciativas propias de cada caja, como es el caso de las ayudas para la formación de hijos menores de 25 años de edad y para guarderías.

También pueden solicitar préstamos y anticipos con la finalidad de facilitar el acceso a la vivienda y préstamos bonificados o anticipos de nómina sin intereses para conseguir financiación; disfrutar de un sistema de previsión social para completar sus ingresos en situaciones de jubilación, invalidez, viudedad, orfandad y bajas por enfermedad; participar en actividades deportivas y culturales, y contar con seguros colectivos de vida, seguros de salud y accidentes.