Según datos del IMSERSO ofrecidos por Sancho, el perfil del cuidador es el mismo que hace 10 años, algo que resulta "tremendamente decepcionante". Se trata de una mujer casada (el 84 por ciento de los cuidadores son féminas), ama de casa, sin estudios, de unos 53 años y que no se ha incorporado al mercado laboral. La vicepresidenta concluyó su intervención con un planteamiento sobre las necesidades y los servicios que deben ponerse en marcha para ayudar a los cuidadores. Además del impacto psicológico que sufren los cuidadores, Juan Rodríguez Solís, del servicio de Geriatría del Hospital General Universitario de Guadalajara, destacó el impacto en la salud física a la hora de cuidar a una persona con demencia.