En una mesa redonda celebrada en el marco del Campus 2010 de la Fundación FAES, que preside José María Aznar, Moragas aludió así a la broma en la que Zapatero confió en que en el partido de esta tarde España supere el diferencial con Alemania, que en el nivel propiamente económico sigue siendo enorme.

Además, criticó la “rendición preventiva” que a su juicio ha sido “inspiradora de la política exterior” del Gobierno socialista, haciendo que España haya pasado a la “irrelevancia”, cuando tenía “todos los ingredientes” para ser “uno de los grandes”. Para demostrarlo, mencionó que hoy el periódico "The New York Times" cita dos veces a España: una para elogiar al delantero de la selección de fútbol David Villa, y otra para afirmar que Zapatero “fracasa” en su gestión económica y política.

En el lado positivo, el coordinador de Relaciones Internacionales del PP propuso fomentar el “lado soleado de los negocios”; es decir, hacer de España un país atractivo para la inversión extranjera, marcando un estilo moderno, eficiente, serio y flexible, adjetivo este último que resaltó porque el gran reto de la economía española es la competitividad y para ello se han de abordar reformas estructurales.

En este sentido, dijo preferir el “realismo ilusionante” al “optimismo antropológico” de que hace gala Zapatero, que a juicio de Moragas le puede generar el “síndrome del general Custer”, quien en la batalla de Little Big Horn decía a sus soldados que no se preocuparan, porque los indios avanzaban para rendirse.

"GOBIERNO DÉBIL Y GASTADOR"

Luego habló Thomas Stehling, director de la Fundación Konrad Adenauer, vinculada a la CDU alemana y la mayor de su carácter e ideología en toda Europa. Stehling constató que el Gobierno está poniendo mucho esfuerzo en que en el exterior no se critique a España, pero le objetó que “quizá habría sido mejor haber previsto con mayor antelación los problemas”.

Para él, la situación española no es tan distinta a la de otros países, pero sí hay diferencias en el “manejo” de la crisis, por “minimizar” la gravedad y no dar “respuestas claras”, pues no tomó decisiones hasta que no le han presionado sus socios europeos. Esto le habría granjeado al Ejecutivo “reputación de Gobierno débil y gastador”, añadió, poniendo en relación su debilidad interna con la que exhibe en Europa y el mundo.

Stehling diagnosticó que la verdadera causa del problema es la falta de voluntad de emprender reformas estructurales y también critió la división de la sociedad que han provocado medidas como la ley del aborto y el “proceso permanente de descentralización, que puede conducir a una verdadera fragmentación, justo lo contrario de lo que necesita España”.

En tercer lugar, intervino el periodista Hermann Tertsch, quien puso el acento en que la Presidencia de la UE ha sido “providencial” para que en Europa se tome consciencia de “la falta de capacidad, la ideología, y la toxicidad del Gobierno”. Desde su punto de vista, ahora los europeos son conscientes de que el Ejecutivo español es “una perfecta anomalía”, y por ello se conjuró para demostrarles que no es eso lo que quiere el conjunto de los españoles.

Por último, la ex ministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio corroboró que fuera de nuestras fronteras se tiene una imagen de España como un país dividido por guerra civil y por las fuerzas centrífugas, y para contrarrestarla abogó por un Gobierno “claro en los principios y flexible en la táctica”.