Este dato contrasta con el facilitado hoy en la Encuesta de Población Activa (EPA), que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), según la cual casi el 32 por ciento de los asalariados tienen contratos temporales.

El número de contratos fijos registró una ligera isminución el pasado año con respecto a 1989, ejercicio en el que el 83,03 por ciento de los trabajadores estaban empleados con contratos indefinidos, mientras el 16,97 eran temporales.

En cuanto al sector industrial, Confemetal señala que se ha producido una mayor estabilidad laboral, al pasar de tener un 83,92 por ciento de los trabajadores con contratos indefinidos en 1989 a un 83,21 por ciento el pasado año.

Sin embargo, en el sector servicios, la evolución de la contratación ha sido diferent. Mientras en 1989 el 19,77 por ciento de los contratos eran temporales, el año pasado este porcentaje se situó en el 23,9.

No obstante, los responsables de Confemetal aseguran que el peso de los contratos fijos en el conjunto del empleo es mayor que el que muestran los datos, ya que en ellos están incluidos los relativos a las empresas con contratos vinculados a programas de empleo público, que normalmente son temporales.

A este respecto, según datos del Inem, en 1989, las distintas administracines públicas suscribieron 259.900 contratos temporales, a los que hay que sumar otros 371.000 más firmados bajo el concepto de colaboración social.