Presentada por la portavoz adjunta de CiU en la Cámara Alta, Montserrat Candini, la propuesta pide además al Gobierno que trabaje para animar a estas mujeres musulmanas a integrarse en la vida pública y profesional y que impulse la sensibilización sobre sus derechos de las propias mujeres, sus familias y comunidades.

Este punto es una de las principales diferencias entre la moción de CiU y la que recientemente se aprobó a propuesta del PP, que abogaba incluso por introducir modificaciones legales si era preciso para conseguir la regulación.

En este sentido, Candini apuntó que “existen diversas leyes y normas relativas a los derechos fundamentales y a la seguridad que pueden ser perfectamente vigilantes en esta cuestión”, y destacó las leyes de la igualdad y en contra de la violencia de género” como los principales puntos de apoyo para dicha regulación.

A su juicio, “la voluntad de suprimir una identidad y de anular a un ser humano socialmente y de hacer ver el mundo a partir de una rejilla es una forma de violencia de género”, pues “a menudo las mujeres que sufren maltrato acaban justificando lo mismo porque consideran que el agresor muestra su afecto y cariño con estas actitudes”.

La senadora recalcó que “el uso del velo integral implica un símbolo de sumisión de las mujeres a los hombres e impide toda autonomía personal y económica, con lo que constituye un delito y es “contrario a las leyes de igualdad y a la propia Constitución”.