Según el doctor Manuel Luque, responsable de la Unidad de Hipertensión del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, la alimentación del paciente hipertenso es fundamental ala hora de controlar su enfermedad.

La Sociedad Española de Hipertensión recomienda reducir el consumo de sal como medida más inmediata y popular cuando se diagnostica la enfermedad hipertensiva.

Según los estudios realizados por la Sociedad Española de Hipertensión, en países donde se consume más sodio las personas tienden a tener mayores presiones arteriales y es mayor la prevalencia de la hipertensión que en aquellos en los que se consume menos sodio.

Además de la sal, los hipertensos debn evitar la ingesta de alimentos como embutidos, aceitunas, productos precocinados o deshidratados, quesos grasos, bollería, galletas (dulces o saladas), pan blanco, salsas y aliños comerciales.

Por el contrario, entre los alimentos recomendados a los pacientes hipertensos están: fruta y verdura, productos lácteos (flanes, natillas, batidos), arroz, pescado blanco, trucha, conejo, pollo, codorniz, frutos secos, zumos, mermeladas, ternera y pan (sin sal, de avena o centeno).

Otros alimentos, como os huevos, el pescado azul, el marisco, el lenguado, las vísceras, la gallina, los refrescos con burbujas, el chocolate y las legumbres, se recomiendan con moderación a las personas hipertensas.

La Sociedad Española de Hipertensión afirma que la falta de cumplimiento del tratamiento, tanto farmacológico como no farmacológico, es una de las causas más comunes de la hipertensión refractaria.

Esta sociedad inició el pasado mes de noviembre el estudio EDUCA, en colaboración con Bayer, para comprobar ue una correcta educación en los hábitos de vida del paciente hipertenso es el complemento perfecto al tratamiento farmacológico para ayudar al paciente a controlar su enfermedad.