Organizado por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, el objeto del simulacro es ensayar los procedimientos de colaboración entre módulos de intervención de diferentes estados miembros, en el caso de un accidente con víctimas de varias nacionalidades, e implicaciones de riesgo radiológico.

La participación nacional consistirá en servicios de emergencia del Ayuntamiento de Madrid y de Protección Civil de la Comunidad de Madrid, así como Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. También intervendrán equipos de Portugal, Francia, Bélgica, Grecia e Italia.

A este respecto está prevista la participación de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que estará basada en las capacidades NRBQ disponibles. Esta participación se materializará en la instalación de dos líneas de descontaminación, una para personal y otra para vehículos, con un total de 16 personas y 5 vehículos, más dos oficiales de enlace integrados en la Comisión de Incidencias y en el Centro de Coordinación respectivamente.

El simulacro plantea el accidente de una aeronave de pasajeros que, en el momento del aterrizaje, impacta con un hangar y produce un incendio, un derrumbamiento y la liberación de material radiactivo almacenado.