Este incremento se debe en gran medida a adopción de medidas para la inversión responsable, como la exclusión de su cartera de los fabricantes de minas antipersonas.

Asimismo, FRR dejó de invertir el año pasado en una serie de países incluidos por el Ejecutivo galo en la lista de paraísos fiscales, entre ellos Panamá, Guatemala y Brunei.

También ha excluido de su cartera la deuda soberana de naciones como Corea del Norte, Zimbawe y Birmania, por su elevado riesgo.

Además, FRR ha incrementando su presencia en las juntas de accionistas de las empresas en las que invierte, y ahora emite su voto en el 93% de las compañías en las que detenta acciones, frente al 70% en 2005.

El fondo de pensiones galo también ha hecho de los criterios de sostenibilidad uno de los principales requisitos para la adjudicación de proyectos por concurso.