Sánchez clausuró en Barcelona la reunión del Consejo de la Internacional Socialista, y recordó las palabras de Miguel de Cervantes en 'El Quijote' para subrayar que la ciudad sigue siendo "albergue de extranjeros", "hospital de los pobres", acogedora, solidaria e integradora.

Expresó por ello su "absoluta confianza" en que Barcelona volverá a conquistar grandes metas, y lo hará de la mano de los socialistas, no de otras formaciones políticas.

Se refirió a la reciente "ruptura unilateral" del acuerdo municipal por parte de la alcaldesa, Ada Colau, que después de meses de "equilibrio" al final "cayó del lado equivocado", del nacionalista. Sánchez preguntó directamente a la regidora "qué hay de izquierdas en subordinarse a un independentismo que basa toda su argumentación en la insolidaridad interterritorial", que fractura la convivencia y que amenaza cientos de miles de puestos de trabajo.

Sánchez alertó de que la imposición de vías unilaterales solo genera pobreza, aislamiento y fractura social, y cargó también contra las "banderas" de quienes se envuelven en ellas pero después incumplen sus compromisos, como ha pasado con lo refugiados.

Dejó claro que los socialistas "nunca vamos a dejar que nadie se apropie de la idea de Cataluña ni de la idea de España", y aseguró que la principal diferencia del PSOE con el PP y Ciudadanos es que "nosotros no creemos que seamos España, sino que España somos todos, sin exclusiones".

Por ello defendió que, frente al inmovilismo y al rupturismo, la mejor forma de preservar la Contitución no es "petrificarla" sino reformarla mediante un "nuevo pacto de convivencia".

Denunció, en ese sentido, que los partidos de la derecha han reaccionado "con enorme ceguera" frente al desafío secesionista, enfrentando a territorios entre sí de una manera "irresponsable". El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró, quiere gobernar España con Cataluña dentro, "pero sin contar" con ella ni escuchar a sus ciudadanos. Quienes no comprenden la diversidad, alertó, difícilmente pueden gobernar.

Acusó además al PP y a Ciudadanos de insistir en un "error sistemático", recurrir a la recentralización para combatir el secesionismo, provocando una "involución" de la España autonómica e imponiendo "un corsé de uniformidad imposible en un país que se siente plural y diverso".

Sánchez cargó contra la "agenda regresiva, reaccionaria" del independentismo, que no ha mejorado la situación política, económica ni social de Cataluña, y alertó de la necesidad de buscar soluciones globales a retos que son también globales, todo lo contrario a levantar nuevas fronteras.

El socialismo, la socialdemocracia, en España y en todos los lugares del mundo, aseguró, tienen como principal reto romper el "bloqueo" generado por el inmovilismo de los partidos de derechas, por un lado, y el rupturismo impulsado por los nacionalismos, por otro.