Hoy se cumplen 40 años del lanzamiento del primer satélite Meteosat
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Este jueves se cumplen 40 años del lanzamiento del primer satélite meteorológico Meteosat-1, pionero de las nuevas generaciones de satélites que han permitido no sólo conocer mejor el tiempo atmosférico para facilitar su predicción, sino que actualmente se ha convertido en una herramienta insustituible para observar el planeta, vigilar el clima y seguir factores ambientales como la contaminación o los incendios forestales.
El primer satélite Meteosat fue lanzado el 23 de noviembre de 1977, desde Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos), y alcanzó los 35.786 kilómetros de altitud sobre el ecuador, momento en que inició su primera órbita geoestacionaria a una velocidad orbital de 3,07 kilómetros por segundo, según recordó hoy el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Unos días después, el 9 de diciembre, emitió su primera imagen del hemisferio terrestre en el canal visible, centrada en el Golfo de Guinea. Desde entonces el sistema no ha cesado de proporcionar imágenes de la misma perspectiva de la Tierra y ha llegado a cambiar la visión del planeta al asociarla para siempre a los satélites meteorológicos.
El interés de los gobiernos europeos por este nuevo sistema de observación motivó en 1983 la firma del convenio de creación de Eumetsat (Organización Europea para la Explotación de los Satélites Meteorológicos), encargada del desarrollo de los satélites y de su operación y mantenimiento.
En la actualidad, 30 países europeos son miembros de Eumetsat, entre ellos España, que está representada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
NUEVAS GENERACIONES DE METEOSAT
Por otro lado, el primer programa Meteosat se completó con siete satélites meteorológicos recurrentes hasta finalizar su vida operativa y ser sustituido, en 2002, por el programa Meteosat Segunda Generación (MSG), operativo en la actualidad con tres satélites lanzados y un coste de 1.330 millones de euros. Éste, a su vez, será reemplazado dentro de unos años por el Meteosat Tercera Generación (MTG), con un coste previsto de 2.369 millones de euros.
Actualmente, los satélites de la familia del MSG y los nuevos satélites de órbita polar (a unos 850 kilómetros de altitud) observan incansablemente la superficie de la Tierra y obtienen información en muy diferentes rangos espectrales, que almacenan para analizarla después mediante complejas técnicas de procesado.
Todo ello se traduce en un mejor conocimiento del tiempo atmosférico, lo que facilita su predicción, pero también una herramienta imprescindible para la observación de la Tierra, del estado de los mares y la composición atmosférica, y la vigilancia del clima y de muy diferentes factores ambientales, como la contaminación, la desertificación, las cenizas volcánicas o los incendios forestales.
(SERVIMEDIA)
23 Nov 2017
MGR/caa