Montserrat respondió en estos términos tras ser invitada por la senadora de la formación morada a pasar un día juntas para que vea la “situación diaria” a la que se enfrentan las personas con discapacidad, como consecuencia de la falta de accesibilidad en el país.

Esta invitación vino motivada por el hecho de que el próximo 4 diciembre vencerá el plazo máximo de exigencia fijado en la Ley General de Derechos de Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social para que todos los productos, bienes, entornos y servicios sean accesibles, “sin que se cumplan las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación”.

“Cojo el guante de vivir un día con usted”, contestó la ministra, que hizo hincapié en que “una sociedad universalmente accesible es imprescindible para la igualdad de oportunidades “ y para ello, aseguró que es necesario derribar las “barreras visibles e invisibles” a las que se enfrentan las personas con discapacidad.

En este sentido, indicó que esta accesibilidad no hace únicamente referencia a “la transformación física del entorno”, sino que tiene que ver con “la transformación de la sociedad”, entre los que se encuentran cambios sobre “la forma de educar”, así como en “la forma de pensar y ver la discapacidad”.

A este respecto, la ministra remarcó la importancia del trabajo y de la educación para que las personas con discapacidad gocen de una vida independiente y presumió de que gracias a la gestión del Ejecutivo se han conseguido “un millón de contratos en apoyo a la discapacidad”, logrando que estén trabajando “más personas con discapacidad que nunca en nuestro país”,

Asimismo, añadió que por primera vez, se dará un fin social a las cuentas durmientes, aquellas que están constituidas por cuentas corrientes y otros depósitos bancarios abandonados por más de 20 años y que supondrán una inversión de siete millones de euros para la educación de personas con discapacidad.

“PARECE QUE VIVEN EN UNA CÁRCEL”

Virginia Felipe resaltó durante su intervención que este aspecto “no debe considerarse como gasto sino como inversión de una sociedad sin prejuicios ni discriminaciones plenamente inclusiva y en igualdad para todas las personas”, que ponga fin a la situación que viven muchas personas a día de hoy que “no pueden salir de sus casas y parece que viven en una cárcel, sin haber hecho nada malo”.

Por ello, pidió a la ministra que se acerque a la “realidad cotidiana” de muchas personas con discapacidad, porque solo así “podremos alumbrar una España que no deja a nadie atrás”.

Finalmente, la ministra remarcó el compromiso del Ejecutivo a este respecto, ya que, “nos compromete a todos”, por lo que la responsabilidad también recae en los ayuntamientos de las diferentes comunidades autónomas y no solo en el Gobierno central.