La ONG señaló que en la pasada primavera pidió a Medio Ambiente que estableciese restricciones al regadío dada la escasez de lluvias en aquella estación y la "preocupante bajada" que se estaba produciendo en los niveles de los embalses, ante lo cual el departamento dirigido por Isabel García Tejerina hizo "caso omiso".

Los pantanos españoles continúan perdiendo agua debido a la escasez de lluvias cuando queda un mes para la llegada del invierno, algo que no ha ocurrido nunca en el registro histórico de la reserva hidráulica española, que comienza en 1990. Los embalses acumulan ahora 20.768 hectómetros cúbicos (hm3), lo que supone un 37,04% de su capacidad total.

Según los datos de Medio Ambiente, facilitados este martes a Servimedia, el nivel de agua embalsada en la actualidad es el más bajo de los últimos 22 años, puesto que los pantanos registraron en la 47ª semana de 1995 un 26,84% de su capacidad total. Después, los niveles siempre han ido oscilando año a año, con un máximo del 66,56% en 2010 y el mínimo de ahora, con un 37,04%.

Habitualmente, los embalses comienzan a ganar agua entre finales de septiembre y comienzos de noviembre y nunca desde 1990 se ha dado el caso de que la reserva hidráulica española continúe descendiendo. Hasta ahora, el año más tardío en que los pantanos volvieron a recuperarse tras la temporada seca fue 1997, cuando lo hicieron en la 46ª semana. El año 2017 ha entrado ya en la 47ª semana.

EVAPOTRANSPIRACIÓN

Ecologistas en Acción indicó que entre enero y octubre de este año llovió un 24,33% menos de lo normal y las temperaturas fueron 1,4ºC más altas que la media, teniendo en cuenta como periodo de referencia el comprendido entre 1981 y 2010. "Esto produce un incremento de la evapotranspiración, reduciendo a su vez el volumen de agua que va a parar a los cauces y acuíferos, que es la que se puede aprovechar", apuntó.

La organización indicó que continúan "la falta de lluvias y las altas temperaturas" en noviembre (habitualmente el segundo mes más húmedo de noviembre), lo que apunta a que la bajada porcentual de precipitaciones con respecto a lo normal se incremente sustancialmente hasta finales de año.

"Es bastante posible que estemos entrando en un nuevo periodo plurianual de sequía (periodos que son propios de nuestro clima y que se producen cada cierto tiempo), aunque agravado por los efectos del cambio climático, que reduce el agua disponible para el mismo nivel de precipitaciones a causa de la subida de las temperaturas, y por el gran crecimiento experimentado por el regadío en los últimos 15 años, que puede provocar un periodo de sequía con los embalses particularmente bajos", concluyó.