Los portavoces de los respectivos grupos aprovecharon su primera intervención en la sesión de hoy de la Comisión de Salud, Seguridad y Emergencias para deplorar los comentarios de los agentes en un chat privado que desveló eldiario.es.

El delegado del Área, Javier Barbero, fue el primero en “condenar los terribles mensajes”, que aseguró que ha vertido “una minoría, un grupo muy pequeño que para nada representa el hacer de la Policía Municipal”. Expresó su “malestar por lo que dicen de los inmigrantes” y por las “amenazas de muerte” y lo que dicen de la alcaldesa, todo lo cual tachó de “absolutamente terrible y reprobable”

El portavoz socialista en la Comisión, Ramón Silva, manifestó su solidaridad con Carmena y con los inmigrantes “que comparten ciudad con nosotros” y son tan madrileños como los autóctonos. “Exigimos que se tomen toda las medidas al alcance del Ayuntamiento para apartar a esos funcionarios”, añadió.

A su vez, la del PP, Inmaculada Sanz Otero, dijo que a los populares no les gustan “los insultos ni los escraches ni las amenazas a ninguna persona”, respecto a los que están muy concienciados porque los han sufrido en muchas ocasiones. Sanz Otero quiso hacer extensivo su rechazo a los mensajes de los policías municipales a los igualmente insultantes que se lanzaron en las redes sociales tras la muerte del fiscal general del Estado, José Manuel Maza. “No debemos admitir esos temas”, concluyó.

En la misma línea incidió el portavoz del Grupo Popular, José Luis Martínez-Almeida, cuando se le preguntó al respecto en la rueda de prensa que ofreció con el vicesecretario general de Política Social y Sectorial, Javier Maroto, tras reunirse éste con el grupo municipal. Dijo que el PP siempre ha condenado totalmente el acoso, los escraches y las coacciones, sin distinguir quién es la víctima, ya sea ésta la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la exlíder de UPyD, Rosa Díez, o el propio Barbero.

Por último, desde Ciudadanos Ana María Domínguez expresó también su “rechazo más absoluto” y su condena a los insultos de los agentes, y se declaró “en contra de estas actuaciones”.