SEO/BirdLife lidera esta iniciativa desde 1988 con el fin de denunciar la situación o los problemas de conservación de los espacios donde habita la especie de ave silvestre declarada Ave del Año.

Desde entonces, 28 especies de aves han sido elegidas para llevar ese distintivo con el fin de llamar la atención sobre su situación y que se ponga el foco de atención sobre especies que necesitan una atención especial por su mal estado de conservación o que simbolizan la urgencia de proteger los hábitats que la acogen. Durante cada año, SEO/BirdLife dedica gran parte de sus esfuerzos a visibilizar el problema, buscando aportar soluciones y generar conciencias.

Para 2018, las tres candidatas son el alimoche común, el chorlitejo patinegro y la lechuza común, especies que se encuentran en una situación complicada por su declive poblacional debido, en su mayor parte, a la destrucción de los hábitats y otras amenazas como el uso ilegal de cebos envenenados, el uso de pesticidas o la agricultura intensiva, la presión turística y el abandono rural. Las votaciones pueden hacerse en la web 'www.seo.org/elige-ave-del-anyo-2018/'.

“Necesitamos potenciar el vuelo de aquellas aves que están atravesando una situación más compleja. En ello nos va también nuestra propia calidad de vida porque conviene no olvidar que las aves son unos excelentes mensajeros de los problemas que nos afectan a todos los que vivimos en este planeta. Con la campaña del Ave del Año no solo buscamos salvar a un ave, sino a muchas: desafortunadamente, las amenazas son comunes a muchas especies, por lo que las acciones que se pongan en marcha serán útiles para varias”, afirmó Asunción Ruiz, directora de SEO/BirdLife.

Ruiz añadió que “el trabajo de SEO/BirdLife es imposible sin la colaboración de la ciudadanía, por lo que la organización da voz a la sociedad para llamar la atención sobre los problemas de conservación ambiental con la votación del Ave del Año 2018, que es, según apuntó, “una buena oportunidad para hacerles llegar a los políticos la necesidad de poner en marcha medidas para la conservación del patrimonio natural de todos”.

CANDIDATAS

El alimoche común es un ave rapaz de singular aspecto que, a pesar de su amplia distribución en todo el territorio, ha sufrido un significativo declive poblacional principalmente a consecuencias del uso ilegal de veneno en el campo, la reducción en la disponibilidad de alimento por la prohibición del abandono de ganado muerto en el campo, la intoxicación por pesticidas agrícolas y el impacto con infraestructuras, especialmente las electrocuciones.

Se encuentra ‘en peligro’ en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y en el Libro Rojo de las Aves de España. Por su parte, la subespecie canaria figura en el Libro Rojo como ‘en peligro crítico’ y está catalogada como ‘en peligro’ en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Por su parte, el chorlitejo patinegro es un ave limícola, propia de los ecosistemas acuáticos y que representa un buen ejemplo de cómo el mal estado de los humedales y de la presión humana en las zonas del litoral está afectando a un gran número de aves.

La principal amenaza para esta especie proviene de la pérdida de hábitat y de las molestias derivadas de los intensos usos recreativos que soportan costas y playas durante el verano. Se encuentra en el Libro Rojo de las Aves de España en la categoría de ‘vulnerable’ y el ámbito nacional está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

Por último, la lechuza común, una de las rapaces nocturnas más conocidas, está sufriendo un importante retroceso en sus poblaciones. Según el programa de seguimiento Noctua de SEO/BirdLife, es una de las aves nocturnas con mayor declive detectado, puesto que se las poblaciones más meridionales de España se han llegado a reducir a la mitad.

Las transformaciones en el mundo rural, los cambios de cultivos, el empleo masivo de pesticidas y rodenticidas y la pérdida de enclaves de nidificación, además del despoblamiento rural, están detrás de ese descenso poblacional de la lechuza común. Está catalogada como ‘en peligro’ en el Libro Rojo de las Aves de España e incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.