Según el Ayuntamiento, a principios del siglo XX, Madrid sí ponía a disposición de la ciudadanía carrozas fúnebres de color blanco que se empleaban principalmente para los niños “y las doncellas”.

El gerente de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios, Fernando Sánchez, reconoció que "en la cultura europea el negro es el color que tradicionalmente se asocia al luto", pero recordó que "en los rituales budistas de Japón, China o la India, el blanco es el color predominante asociado a la palidez de la muerte”.

Los coches blancos serán de la misma gama de modelos Mercedes carrozados que los oscuros; no negros, pues de este color ya es ninguno de los 30 coches fúnebres con que cuenta la Empresa municipal.