El Banco de España señala los “escasos beneficios” de las bonificaciones para el empleo a los mayores de 60 años

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco de España concluye que las bonificaciones al mantenimiento del empleo de los mayores de 60 años vigentes entre 2006 y 2012 generaron “escasos beneficios” en términos de una mayor tasa de mantenimiento del empleo de este colectivo.

En un artículo, el organismo analiza la efectividad de este programa de bonificaciones que fue introducido en 2006 y estaba dirigido a mantener en el empleo a los trabajadores de más edad, concretamente con 60 años o más, con un contrato indefinido y con al menos 5 años de antigüedad dentro de la empresa.

El Banco de España destaca que la supresión de estos incentivos a partir de 2012 generó un “impacto positivo y significativo pero reducido” sobre la probabilidad de perder el empleo entre los mayores de 60 años.

En particular, los más afectados por esta eliminación de las bonificaciones serían los trabajadores con empleos de baja cualificación, con una antigüedad relativamente baja en la empresa y con menores costes de despido, con un aumento de 2,7 puntos porcentuales después de la eliminación del subsidio.

Constata que este resultado podría sugerir que los elevados costes de despido asociados a los trabajadores con mayor nivel de antigüedad en la empresa habrían actuado como un incentivo suficiente para mantenerlos en la empresa, por lo que la eliminación de las bonificaciones no se trasladó a una mayor probabilidad de perder el empleo para este subconjunto de trabajadores afectados, aunque “podría estar señalando un relación positiva entre la antigüedad en la empresa y la productividad de los trabajadores”.

AHORRO "SIGNIFICATIVO"

En cuanto al coste y beneficio económico del programa, el organismo estima que la eliminación de los incentivos se habría traducido en una pérdida de 3,1 millones de euros en los salarios en diciembre de 2012, como resultado de los trabajadores que perdieron su empleo, lo que a su vez habría reducido en 1,1 millones los ingresos procedentes de las cotizaciones a la Seguridad Social.

A su vez, estas pérdidas de empleo habrían elevado en 1,1 millones los gastos en prestaciones por desempleo.

Por otra parte, el fin del pago de las subvenciones resultó en un ahorro de 41,7 millones para la Seguridad Social en ese período, de forma que “el ahorro neto estimado para esta última de la supresión del programa es significativo”.

Además, añade que la mayor parte del gasto del programa no se recupera en términos de mayor renta laboral del colectivo de trabajadores afectado o vía menor gasto en prestaciones por desempleo, por lo que “la intuición detrás de este resultado es que los incentivos lograron mantener el empleo solo para un pequeño subconjunto de trabajadores”.

En este sentido, el Banco de España incide en la necesidad de concentrar este tipo de programas en colectivos “muy específicos con especiales dificultades de empleo”, de forma que se maximice su efectividad en términos de creación o mantenimiento del empleo y se minimicen su coste para las finanzas públicas.

Por último, agrega que, aunque estos resultados no son extensibles al conjunto de bonificaciones al empleo, sí considera que se debería realizar una evaluación detallada de las políticas activas de empleo que permita analizar su eficacia.

(SERVIMEDIA)
16 Nov 2017
MMR/gja