Según indicó el Ayuntamiento, Madrid Calle 30 inició el pasado verano las gestiones y estudios correspondientes para ver cómo reducir el gasto en luz, que supera los cinco millones de euros, y el ahorro en 2018 se ha estimado en un 15%.

Se logrará reduciendo la potencia contratada para ajustarla a las necesidades reales y redistribuyendo algunos trabajos en periodos nocturnos y fines de semana, cuando el coste de la electricidad es inferior.

Con todo, el Gobierno municipal sigue denunciando que, de acuerdo con el pliego de cláusulas administrativas de la empresa mixta, el pago de la luz correspondería al socio privado, Emesa.

En cuanto a la inversión en infraestructuras para 2018, se acometerá el inicio del nuevo centro de control, que, cuando se culmine en 2019 comprenderá la gestión automática de la ventilación, la señalización y otros equipos de los túneles.

También se ampliará la cobertura de radiocomunicaciones a los servicios de emergencia, y se actualizarán las instalaciones de alumbrado exterior de Calle 30 y el sistema de telemando de energía en los túneles. Finalmente, se rehabilitarán el puente de la Lira y la pasarela peatonal Ramón y Cajal, entre otros proyectos.