Madrid. El Ayuntamiento inspecciona las librerías para garantizar los derechos de los consumidores

MADRID
SERVIMEDIA

El Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Economía y Empleo, llevará a cabo por primera vez una campaña de inspección y control de las librerías de la capital. Nueve técnicos de Calidad y Consumo recorrerán durante los meses de junio y julio la ciudad para revisar cien comercios de venta de libros.

Según informó este martes el Consistorio, el objetivo es garantizar que se cumplen los derechos de los consumidores y usuarios. De no ser así, se iniciarán los expedientes sancionadores correspondientes por las infracciones detectadas.

Los inspectores municipales comprobarán que las librerías exhiben en lugar visible al público la información legal en materia de derechos de los consumidores y que en los libros figura su precio. Además, en los escaparates, los libros deben llevar el precio a la vista y los mensajes y la publicidad que se exhiben en el local no deben inducir a error al consumidor y no pueden vulnerar sus derechos.

El Consistorio recuerda que los establecimientos también deben disponer de catálogos, lista de precios, facturas, albaranes o cualquier documento donde se pueda identificar el precio fijo de venta al público establecido por el editor o por el importador de los libros.

Los inspectores controlarán también que en ferias, congresos o exposiciones de libros, siempre que lo determinen sus entidades organizadoras y éstas pertenezcan a los sectores de la edición y comercialización, se realice como máximo un 10% de descuento en los libros.

Igualmente se asegurarán de que cuando el libro se venda formando una unidad con discos, bandas magnéticas, casetes, películas, fotografías, diapositivas o cualquier otro elemento que constituya una oferta editorial, el precio fijo se determine por la totalidad de los elementos que integran dicha oferta.

PAGO CON TARJETAS

El Ayuntamiento aclara que están exentos de la obligación de venta a precio fijo los libros de bibliófilo, artísticos, los antiguos o de ediciones agotadas, los libros usados, los descatalogados, los editados o importados transcurridos dos años desde la última edición y las suscripciones en fase de prepublicación.

En cuanto al pago con tarjetas de crédito, si se anuncian en el establecimiento deben admitirse siempre, y si hubiera alguna restricción debe anunciarse en el mismo lugar. Los inspectores controlarán también que las librerías entregan tique o factura y que tienen hojas de reclamaciones a disposición de los compradores.

(SERVIMEDIA)
08 Jun 2010
NLV/gja