Kalashov fue detenido ayer, domingo, en Marbella (Málaga) por agentes de Policía Nacional. La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le condenó la semana pasada a siete años y medio de cárcel por un delito continuado de blanqueo de capitales, aunque esta sentencia todavía no es firme pues ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo.

El juez Andreu asegura en el auto dictado hoy que el ingreso en prisión de Kalashov es ineludible debido al “elevado riesgo de fuga”, un peligro que viene determinado por “la extrema gravedad de los hechos” que se le imputan en Georgia, su falta de arraigo en España así como por el hecho de liderar “una organización criminal desde la que se le podría proporcionar fácilmente su huida y ocultación”.

Georgia reclama a Kalashov para que cumpla los 18 años de prisión a los que fue condenado en rebeldía –sin estar presente- en octubre de 2006. La Sala de lo Penal del Tribunal Municipal de Tbilisi, la capital del país, le condenó por un delito de pertenencia a comunidad de ladrones, el equivalente en ese país del delito de asociación ilícita, así como por el secuestro del estadounidense Alex Kraine, quien se encuentra desaparecido a pesar de que su familia llegó a pagar un rescate de 1.200.000 euros.

El juez Andreu ordenó el ingreso en prisión de Kalashov después de la vista celebrada esta mañana, en la que la Fiscalía solicitó su encarcelamiento. La orden de detención dictada por Georgia es el primer paso para reclamar la extradición de Kalashov, un proceso en el que todavía habrán de pronunciarse la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y el Gobierno a través del Consejo de Ministros.

LAVADO DE DINERO

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a siete años y seis meses de cárcel a Zakhar Kalashov en una sentencia dictada la semana pasada y en la que también fueron condenados a diferentes penas cinco de sus subalternos en España.

La resolución subrayaba que Kalashov es un “ladrón de ley”, una figura que hace referencia a los máximos dirigentes de la criminalidad organizada gestada en la antigua Unión Soviética, y que lideraba una red mafiosa georgiana que opera en la región de Moscú y que se dedicaba a la extorsión organizada, a los asesinatos por encargo, al tráfico de armas y al de estupefacientes, y ofrecía seguridad y protección a determinados empresarios y tenía negocios en los sectores bancarios y del petróleo.

A partir del año 2003, y “con la finalidad de esconder el origen de su dinero”, Kalashov invirtió grandes sumas para adquirir varios inmuebles en España, principalmente en el levante español y en la Costa del Sol, un proceso cuyo único objetivo era blanquear el capital obtenido de sus actividades delictivas.

Para ello se sirvió de una serie de testaferros, a los que envió a España para crear una red de sociedades, como las empresas Sun Invest 2000 y Elviria Invest, “a través de la cual afloraba grandes cantidades de dinero”. En total, los magistrados señalaban que Kalashov invirtió en España un total de 7,5 millones de euros.

Kalashov fue extraditado a España en mayo de 2006, después de ser detenido en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, por orden de la Audiencia Nacional. El pasado mes de marzo quedó en libertad bajo fianza de 300.000 euros.