Las lonas están ubicadas en el paseo de la Castellana de Madrid y en la Gran Vía de Bilbao y están recubiertas con una innovadora solución con dióxido de titanio que absorbe el 85% de los gases contaminantes en un radio de acción de entre 40 y 60 metros.

Según informó la operadora, el efecto, denominado fotocatálisis y similar a la fotosíntesis de las plantas, permite reducir el efecto invernadero y eliminar los compuestos nocivos del aire como lo harían 500 árboles en Bilbao y 600 en Madrid durante las cuatro y tres semanas en que estarán desplegadas las lonas en cada ubicación, respectivamente, sumando un total de 1.100 árboles.