El caso de enfermería es paradigmático. El 84% de los colegiados son mujeres, si bien el máximo órgano de representación de la profesión - Consejo General de Enfermería (CGE) - ha estado liderado por un hombre a lo largo de la historia de la organización, una de las más antiguas del país.

Ya en 2015, la 'Revista Española de Salud Pública', editada por el Ministerio de Sanidad, analizó que tan sólo el 21,9% de las presidencias estaban ocupadas por mujeres. En general, la representación femenina copa cargos funcionales como vocalías (48%) y secretarías (42%). El mismo informe apunta a que “se prefieren mujeres para cargos funcionales y de trabajo, pero no para los que realmente significan representación”.

Las presidencias territoriales de los colegios son de suma importancia, pues son el primer paso para que las profesionales sanitarias puedan llegar a representar a toda una profesión a nivel nacional, a través de los Consejos.

Quince años después de aprobarse la Ley de Igualdad -que recomienda presencia paritaria o de al menos el 40% de mujeres en los órganos de gobierno- no se han conseguido cambios significativos en los colegios del ámbito de la salud.

Según un estudio de la Universidad de Sevilla que toma el pulso más reciente de las estructurales colegiales, los cargos que más han aumentado en porcentaje de mujeres son los de vicesecretaria (20,8%) o secretaria (9,3% en sociedades), vicepresidenta (8,8%) y vocal (6,4%). Por contra, los cargos de presidenta (2%), los que menos.

Las juntas directivas de odontología y medicina suspenden también en paridad, pese a que, según el INE, el 57% y el 52% de la profesión es femenina, a nivel global persiste un claro techo de cristal en el acceso de las presidencias.

Las de los colegios se tratan de estructuras organizativas de larga tradición donde cada vez hay más candidatas presidenciables. Hace justo un año, se celebraron las elecciones del colegio de médicos de Madrid: tres hombres se disputaban la presidencia frente a una mujer.

En la profesión farmacéutica, donde el 71,7% de los colegiados en 2020 eran mujeres -55.116 en total-, tampoco existe una representación femenina ajustada entre los altos cargos. El próximo caso es el del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, que el 3 de abril afronta nuevas elecciones donde cuatro de los aspirantes a la presidencia son mujeres frente a un solo candidato hombre.