Según indicó la Cámara, el observatorio también refleja que otras prioridades de las compañías para una futura reforma fiscal, como conseguir una mayor progresividad (58%), combatir el fraude fiscal (46,7%), simplificar el procedimiento tributario (36,4%) e incentivar conductas sostenibles (19%).

Estos resultados están en sintonía con la consideración por parte de las empresas de las cotizaciones sociales como la figura tributaria con mayor impacto en sus costes (83,6%), seguida del IVA (58,7%) y el Impuesto de Sociedades (41,8%).

Por otro lado, el observatorio indaga también sobre la percepción de las empresas con relación a la presión fiscal y sus consecuencias, de forma que el 75% de las compañías considera que la presión fiscal que soportan es superior ahora que hace cinco años. La Cámara de España apuntó que esta visión es común en todos los sectores de actividad y no difiere en función del tamaño de la empresa.

Respecto a las consecuencias que tendría un incremento de la presión fiscal empresarial, la variable más afectada sería el empleo, seguida de los márgenes empresariales y la inversión. Para el 85% de las empresas el impacto sobre el empleo sería negativo o muy negativo, mientras que, en sentido contrario, más del 50% de las empresas cree que un incremento de la presión fiscal no tendrá repercusión en los precios, o de hacerlo sería poco relevante.