La ESA detecta una explosión con ondas gravitacionales
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El satélite Integral de la Agencia Estatal Europea (ESA) ha descubierto un brote de rayos gamma relacionado con las ondas gravitacionales liberadas por la colisión de dos estrellas de neutrones, un destello se produjo en agosto y que apenas duró dos segundos.
“Se trata de un descubrimiento histórico, ya que por primera vez se nos muestra la liberación tanto de ondas gravitacionales como de luz extremadamente energética procedentes de una misma fuente cósmica”, explicó Erik Kuulkers, científico del proyecto Integral de la ESA.
Antes de este hallazgo, se habían confirmado ondas gravitacionales en cuatro ocasiones y, en todas ellas, su origen se encontraba en parejas “coalescentes” de agujeros negros que giraban entre sí. Los dos detectores captaron este fenómeno por primera vez en septiembre de 2015, seguido de otros dos a finales de 2015 y a principios de 2017.
Recientemente, el 14 de agosto, tuvo lugar la cuarta observación de ondas gravitacionales, que también llegaron al instrumento europeo Virgo, en Italia. El satélite de la ESA ha tenido un “papel clave” en el descubrimiento de este brote de rayos gamma, según la entidad espacial.
No obstante, estos brotes cortos de rayos gamma son comunes y el satélite Integral capta unos 20 al año, pero éste era “especial”, según los expertos, ya que segundos antes de que los dos satélites detectaran la explosión, “un instrumento totalmente distinto lo hizo en la Tierra”.
“Habíamos contribuido a estas búsquedas iniciales con Integral, aunque no encontramos ninguna emisión de rayos gamma o X, como predecía la inmensa mayoría de las teorías”, explicó Volodymyr Savchenko, del Centro de Datos Científicos de Integral en Ginebra (Suiza).
Se cree que otros choques cósmicos no solo liberan ondas gravitacionales, sino también luz a lo largo del espectro electromagnético. Eso puede suceder, por ejemplo, cuando la colisión implica una o varias estrellas de neutrones, como los agujeros negros, restos compactos de lo que en algún momento fueron estrellas masivas, relató la ESA.
También se creía que las fusiones de estrellas de neutrones podían ser la fuente de brotes de rayos gamma que tanto se buscaba, aunque aún no había observaciones concluyentes al respecto. Precisamente por estas detecciones, los científicos responsables de la misión LIGO fueron galardonados con el Premio Nobel de Física este mismo mes.
(SERVIMEDIA)
16 Oct 2017
GIC/gja