Esta avispa, que se encuentra fundamentalmente en Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Galicia, La Rioja, Islas Baleares y País Vasco provocan además daños en el ecosistema, teniendo en cuenta que las abejas representan un papel clave en el mantenimiento de la biodiversidad.

La directora general de Anecpla, Milagros de Lezeta, explicó que “las recomendaciones para la gestión de esta plaga son similares a las de otros tipos de avispas y deben llevarse a cabo por profesionales conocedores de los métodos más eficaces de control biológico y químico”.

En este sentido, defendió que las medidas de control pasan por la utilización de métodos químicos, que implican inyectar un biocida autorizado en el nido para provocar la muerte de las avispas en su interior, una vez sellado el nido, así como por la retirada de los nidos.

Actualmente existe un documento elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que establece unos objetivos estratégicos para frenar la expansión de la especie a nuevos territorios desde los ya invadidos, al tiempo que se reducen o eliminan los impactos producidos y se establece un plan de coordinación en todo el territorio nacional.

Además, este martes se aprobó en la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso de los Diputados una proposición no de ley relativa a la adopción de medidas efectivas contra el avance de la avispa asiática a nivel nacional y en coordinación con el resto de administraciones implicadas.