Ese mismo día estará abierta al público la exposición ‘Urbs Beata Hierusalem. Los viajes a Tierra Santa en los siglos XVI y XVII’ y el Museo de la Biblioteca, donde se podrán visitar las muestras ‘Zorrilla, poeta popular’ y ‘Francisco de Holanda (1517-1584) en su quinto centenario: Viaje iniciático por la vanguardia del Renacimiento’.

Los ciudadanos subirán la escalinata de la Biblioteca y accederán al vestíbulo tras ser coronados por la Diosa de la Sabiduría que preside el frontón con una corona de laurel en sus manos.

Tras cruzar el vestíbulo, donde se encuentran las estatuas de Isabel II, Francisco de Asís y Menéndez Pelayo (primer director de la Biblioteca en el edificio de Recoletos), los visitantes llegarán al Salón Italiano, donde se exhiben una muestra de los fondos de la BNE y los retratos de los Premios Cervantes.

A través de una antesala, donde se expone en estos momentos la muestra bibliográfica que conmemora el décimo aniversario de la muerte de Francisco Umbral, se llega al Salón General de Lectura, la sala de mayor tamaño de toda la biblioteca, que tiene capacidad para 308 usuarios.

Es una de las zonas más reconocibles de la institución que conserva el mobiliario, las pinturas y la estructura original de cuando se inauguró a finales del siglo XIX todo el edificio. Hace unos años se restauraron las pinturas al fresco y se recuperó la claraboya y en su techo se pueden observar los escudos de las antiguas provincias españolas.

En todas las salas de la BNE existe una colección de referencia, pero la del Salón General es la más amplia de la institución, compuesta por unos 10.000 volúmenes. La mayor parte de los libros que se sirven a los usuarios en el Salón están ubicados en el Depósito General, que cuenta más de 78 kilómetros lineales de estanterías distribuidas en 12 pisos.