Montserrat agregó, en declaraciones a RNE, que "ahora mismo no hay ninguna alerta abierta" por los casos de intoxicación por ingerir atún adulterado y transmitió "un mensaje de tranquilidad", ya que España es uno de los países "con mejores datos" en la inspección de productos.

La ministra dijo también que en estos momentos "trabajamos con la UE y las comunidades autónomas para inspeccionar y evitar el fraude".

El atún rojo es un pescado caro que se usa mucho en la cocina japonesa, pero que se ha extendido por todo el mundo porque se utiliza para hacer el popular 'sushi'.

El fraude afecta a unas 25.000 toneladas de atún cada año y supondría unas ganancias de 200 millones de euros, según calcula la Comisión Europea.