Esparza (UPN) acusa a Barkos de "sembrar" para que el PNV "recoja la cosecha"
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El presidente de UPN, Javier Esparza, acusó este viernes en el Fórum Europa a la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, de "sembrar" el ideario independentista para que después el PNV pueda "recoger la cosecha" y plantear la independencia de España arrastrando a la comunidad foral.
En un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Esparza subrayó que UPN nació hace 38 años como respuesta al nacionalismo vasco en Navarra, para defender el régimen foral.
Denunció que Barkos es presidenta gracias a los votos de EH Bildu, del referente de Izquierda Unida en esa comunidad y de una federación de Podemos que se comporta como un partido nacionalista más, porque ella antepuso su deseo de presidir Navarra "a la dignidad política, ética y moral que debe tener cualquier dirigente político".
Es un Gobierno nacionalista "con tintes populistas que trabaja al servicio del nacionalimo vasco", alertó, lo cual supone un "cóctel explosivo" para el futuro de Navarra y del conjunto de España.
Mientras el lehendakari, Iñigo Urkullu, "espera la cosecha", explicó, Barkos y sus socios salen cada día a "sembrar", y lo hacen poniendo ikurriñas en Navarra, imponiendo el euskera en una tierra donde solo lo habla el 13% de la población, o respaldando una manifestación de apoyo a la ruptura de Cataluña con el resto de España.
Aseguró que la mayoría de los navarros "no nos sentimos representados" por un gobierno y una presidenta a quienes "todo lo que suene a España parece que no les gusta", y cuya decisión más "deleznable" ha sido "homenajear" a terroristas y ponerse enfrente de todas las víctimas de ETA en Navarra.
Además, denunció que las decisiones económicas están siendo un freno al desarrollo de Navarra, entre ellas no apostar por la llegada de la alta velocidad ferroviaria o "crujir" fiscalmente a la clase media y al tejido empresarial de la comunidad.
Señaló como muestra de ello la reducción del diferencial que Navarra mantenía con la media española en crecimiento y en descenso del desempleo, ya que ahora España se recupera a mayor velocidad que Navarra, que se limita a aprovechar la "inercia" del conjunto del Estado.
Subrayó que, durante décadas, Navarra se ha colocado a la cabeza de protección social, servicios públicos y competitividad económica desde la lealtad con el Estado y el respeto y la solidaridad con el resto de españoles. La diferencia entre UPN y el actual gobierno navarro, dijo, es que su formación quiere una Navarra fuerte para hacer fuerte también a España, mientras que los demás siembran sentimientos independentistas para conseguir la ruptura.
En ese sentido, defendió el régimen foral no como una "prebenda" sino como un "ejercicio de responsabilidad" que obliga a gestionar "con madurez, con realismo y con sacrificios", y prueba de ello es que Navarra quedó fuera del mecanismo habilitado por el Estado para dotar de liquidez a las comunidades autónomas.
Navarra, dijo, no levantó la mano para "pedir a papá Estado que nos ayudara", lo cual demuestra la realidad de una relación particular "para lo bueno y para lo malo".
Esparza alertó de que los dirigentes de EH Bildu están "encantados" viendo lo que ocurre en Cataluña y de que la presidenta de Navarra defienda junto a ellos ese desafío secesionista junto a una Estelada, lo cual considera "muy grave" porque implica que no representa a todos los navarros.
Advirtió, además, de la "responsabilidad de todos" de contar a los más jóvenes la realidad de ETA para que la conozcan, no la olviden, y nadie pueda engañar ni manipular ese relato. "Hay que contar las cosas como fueron", insistió, y eso es deber del Estado y de los gobiernos, también el de Navarra, al que acusó de "blanquear" ese relato vulnerando el respeto a casi 1.000 víctimas inocentes y a sus familias, así como a todas las personas que han sufrido lo que es tener "enfrente a una banda de asesinos".
Esparza reiteró la exigencia de "memoria, dignidad, justicia y verdad" para las víctimas del terrorismo, y recordó la agresión a dos guardias civiles en Alsasua como la prueba de que durante muchos años la izquierda abertzale ha traslado el mensaje de que "había que odiar a España" y por eso "termina ocurriendo lo que desgraciadamente ocurrió".
Sobre el futuro de UPN, Esparza dejó claro que seguirá siendo un partido "diferente" al PP y tomando sus decisiones desde Navarra y no desde Madrid o desde el País Vasco, como considera que hacen todos los demás partidos del arco parlamentario.
Se mostró convencido de que, gracias al Gobierno central y a pesar del foral, la alta velocidad ferroviaria llegará a Navarra, y de que seguirá existiendo el campo de tiro en las Bardenas Reales porque es un punto de "interés estratégico para la defensa de España".
(SERVIMEDIA)
22 Sep 2017
CLC/isp