La confirmación del final de la misión llegó al Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA a las 13.55 CEST, tras perderse la señal de la nave 83 minutos antes en Saturno (a unos 1.400 millones de kilómetros de la Tierra).

Entonces, según lo previsto, se agotó el combustible necesario para maniobrar la nave, que durante los últimos 13 años ha viajado por Saturno y sus lunas.

La misión acabó con la inmersión programada en el planeta, aseguran desde la NASA, y de esta forma se garantiza que las lunas heladas de Saturno —en particular Encélado y su océano— no corren riesgo de contaminarse con los microbios terrestres que podrían quedar a bordo de la nave.

Cassini ha pasado los últimos cinco meses sumergiéndose entre los anillos de Saturno y su atmósfera en una serie de 22 órbitas finales. Las estaciones de seguimiento de la ESA han recibido señales de Cassini para recopilar datos científicos gravitacionales y de radio.