Según indicaron a Servimedia fuentes militares, hasta la base en Son Sant Joan se trasladó un oficial de alto rango, como juez militar, para investigar lo ocurrido.

Mientras este oficial se entrevista con las quince personas implicadas, permanecen arrestados en el pabellón de oficiales de la base el piloto del helicóptero y el jefe del 801 Escuadrón, ante el indicio de que han cometido una falta grave.

Según las fuentes consultas, el informe final, que se está coordinando desde el Mando Aéreo General (Magen) estará próximamente resuelto y se conocerá el grado de implicación en lo ocurrido por cada una de las personas, a las que se les aplicará el reglamento y la pena que conlleve cada sanción.

Las faltas pueden ir desde leves hasta muy graves y derivar incluso en penas de privación de libertad que, en caso de no superar los tres meses, serán cumplidas en la propia base o en su domicilio.

Esta situación derivó de la información publicada el pasado miércoles 26 por el "Diario de Ibiza" que reveló el uso de las aeronaves del Ejército del Aire pertenecientes a dicha unidad en una boda celebrada el fin de semana anterior en Formentera.