Atentados. El Gobierno cree que Puigdemont y Colau ayudaron a esconder la "mayoría pacífica y sensata" de Barcelona

MADRID
SERVIMEDIA

El Gobierno de España considera que los abucheos y pitos contra Felipe VI y Mariano Rajoy que acapararon el protagonismo de la manifestación convocada en Barcelona contra los atentados terroristas de la semana pasada y en homenaje a las víctimas de ambos ataques fueron sólo una minoría pero escondieron la "auténtica" movilización ciudadana "que se desarrollaba pacífica y respetuosamente unos metros mas atrás" y estaba protagonizada por la "mayoría pacífica y sensata" que existe en Cataluña.

Fuentes del Ejecutivo de Rajoy trasladaron a Servimedia que la "clave" de lo ocurrido durante la marcha de Barcelona, entre los Jardines de Gracia y la Plaza de Cataluña, radica en que la organización -dependiente de la Generalitat de Carles Puigdemont y del Ayuntamiento de Ada Colau- asignaron el servicio de orden del recorrido "a los voluntarios de la Asamblea Nacional Catalana" (ANC), la plataforma independentista encargada de promover en la sociedad civil los actos secesionistas y que en años anteriores ha liderado las movilizaciones de la Diada.

El Gobierno de Rajoy considera que esta decisión es la que permitió que los independentistas tomaran el control de los laterales de la manifestación y llenaran "los puntos claves del recorrido" con sus partidarios, que portaban banderas esteladas promovidas por la CUP y ERC.

Además, entre ellos incluyeron a las entidades que protestaban contra la venta de armas de España a Arabia Saudí y que repartieron cientos de pancartas contra el Rey y contra el presidente del Gobierno, con mensajes como "Felipe, quien quiere la paz no trafica con armas", "Mariano, queremos la paz, no vender armas" e "Imagina un país que no venda armas".

Las mismas fuentes aseguran que fue así como las organizaciones independentistas montaron la pitada contra Felipe VI y Rajoy, que captó la atención de todos los medios de comunicación tanto a su llegada como al acabar la manifestación, además de otros momentos en los que abucheaban al monarca y al jefe del Ejecutivo, e incluso les gritaban "¡Fuera, fuera!".

El Gobierno sostiene que con esta estrategia buscaron "diluir la auténtica manifestación unitaria contra el terrorismo, que se desarrollaba pacíficamente y respetuosamente unos metros atrás".

De hecho, argumenta esta tesis con fotografías de la manifestación en las que se observa que las banderas independentistas y las pancartas contra el Felipe VI y Rajoy estaban colocadas pocos metros detrás de la comitiva de autoridades y estaba formada por pocos cientos de personas, con la misión de ser claramente visibles en las imágenes de televisión y en las fotografías de la prensa.

El Ejecutivo destaca que el resto de la manifestación estaba protagonizada por cientos de miles de ciudadanos que habían acudido para expresar su rechazo al terrorismo y manifestar su solidaridad con las víctimas. Cree que las imágenes evidencian fácilmente lo ocurrido y demuestran que "los radicales, como siempre, pretenden ocultar a la mayoría pacífica y sensata" que existe en Cataluña.

(SERVIMEDIA)
27 Ago 2017
PAI