En total, en 2010 los controladores trabajarán un máximo de 1.670 horas, frente a las 1.750 de 2008, según informa Aena en nota de prensa.

Esta cifra también es inferior a la de años anteriores, como 2008, cuando el tiempo máximo fue de 1.802 horas; 2007, con 1.799 horas; o 2006, con 1.744 horas.

Por ejemplo, en centros de control, como el de Madrid, los controladores ya trabajaron en abril ocho horas menos que el año pasado, con una media de 135 horas durante todo el mes.

Asimismo, para garantizar la continuidad de la prestación del servicio de control, Aena ha establecido dos procedimientos, uno basado en un sistema de imaginarias, por el que se designan a controladores que tienen que estar localizables durante cada servicio; y otro de obligado cumplimiento, que se utiliza sólo como último recurso cuando el absentismo se dispara.

Además, el gestor considera que la plantilla actual de controladores operativos es "más que suficiente para cubrir las necesidades del servicio sin recurrir a medidas excepcionales".

No obstante, advierte de que la "alta tasa de absentismo laboral", que se ha disparado hasta el 20% desde la entrada en vigor del Real Decreto Ley del 5 de febrero y que Aena está investigando en colaboración con los servicios de inspección médica de la Seguridad Social, están obligando a utilizar los servicios obligatorios para garantizar la continuidad del servicio.