Una llamada de teléfono permite liberar a 15 mujeres víctimas de explotación sexual

MADRID
SERVIMEDIA

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal de origen nigeriano dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y al favorecimiento de la inmigración ilegal. Gracias a una llamada de teléfono, 18 personas han sido detenidas y 15 mujeres víctimas de explotación han sido liberadas, cinco de ellas menores de edad.

Según informó este martes la Policía Nacional, la investigación se inició hace un año gracias a dos denuncias anónimas recibidas el mismo día en el teléfono de lucha contra la trata, 900 105 090, en las que dos ciudadanos manifestaban que varias menores de edad estaban ejerciendo la prostitución en las inmediaciones del polígono industrial de Guadalhorce, en Málaga.

El operativo final se desplegó en Málaga, en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y en las localidades madrileñas de Fuenlabrada y Leganés, donde fueron detenidas 18 personas y liberadas las 15 mujeres.

La red contaba con una fuerte infraestructura en Europa por los países por los que transitaban las mujeres -Italia, Alemania, Austria- y también en Nigeria, que le permitía captar a las mujeres en el país africano y trasladarlas hasta su destino final en España para ser explotadas sexualmente.

Captaban a sus víctimas entre potenciales inmigrantes de los estratos sociales y económicos más bajos en Nigeria. Una vez seleccionadas y reclutadas, antes de emprender el viaje y con el fin de doblegar por completo la voluntad, las mujeres eran sometidas a rituales de vudú, 'yuyu' o 'magia negra': prácticas supuestamente mágicas o de brujería en las que se sacrifican animales y que se realizan a modo de pacto entre la organización y la víctima.

En esas ceremonias el tratante se compromete a organizar el viaje y financiar los gastos derivados del mismo y las mujeres prometen obediencia bajo la amenaza de su muerte o la de sus familiares, así como pagar la deuda y no acudir a la Policía ni delatar a los tratantes.

A continuación, la organización trasladaba a las mujeres desde Nigeria hasta su destino final, utilizando distintas vías, preferentemente la aérea, con documentación falsa o indebidamente expedida y en algún caso perteneciente a una tercera persona que residía legalmente en algún país de la Unión Europea a la que usurpaban la identidad.

SITUACIÓN DE ABSOLUTA DEPENDENCIA

Una vez en España, las víctimas eran informadas del total de la deuda contraída con la organización y sometidas al ejercicio coactivo de la prostitución hasta saldarla por completo, siendo obligadas a ejercerla durante interminables jornadas de trabajo en la vía pública.

Durante el viaje eran acompañadas en todo momento por integrantes de la red que, además de facilitarles la documentación necesaria y ejercer todo el tiempo un control total sobre ellas, las aleccionaban sobre cómo debían actuar a su llegada a los puestos fronterizos para conseguir entrar en el país.

Según las pesquisas, cuando llegaban a España las víctimas se encontraban en una situación de absoluta dependencia de los explotadores al carecer de cualquier documentación válida, desconocer el idioma, la cultura, la legislación y además de desconfiar de la Policía. Todo esto unido al miedo a represalias por parte de los explotadores y a ser expulsadas a su país de origen, les impedía denunciar su situación a las autoridades, continuando así en el ejercicio de la prostitución como única forma de ganarse la vida.

Entre los detenidos se encuentra la cabecilla de la organización, una mujer nacida en Nigeria hace 30 años que desempeñaba tanto el papel de captadora como el de explotadora. La arrestada aprovechaba sus frecuentes viajes al continente africado para captar a sus víctimas y posteriormente explotarlas sexualmente en España.

(SERVIMEDIA)
01 Ago 2017
CLC/caa