Recorte gasto. El Gobierno reconoce que tiene que reconstruir consensos, pero subraya que su soledad no es "debilidad"

MADRID
SERVIMEDIA

El Gobierno reconoce que tiene que reconstruir consensos parlamentarios para sacar adelante sus proyectos, pero sobre la base de que la soledad que se ha plasmado en la convalidación del decreto de recorte de gasto público no es síntoma alguno de "debilidad", porque, de hecho, no sólo lo ha sacado adelante, sino que además ha logrado su inmediata entrada efectiva en vigor sin tramitarlo como proyecto de ley.

El decreto fue convalidado por 169 votos a favor frente a 168 en contra, logrando así por la mínima la mayoría simple requerida, y gracias a la abstención de 13 diputados a los que el propio presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, agradeció expresamente que facilitaran la convalidación del texto.

Fuentes gubernamentales explicaban después que el Ejecutivo se sabe solo en un momento complicado, y no ocultan la trascendencia de tener que haber sacado adelante en completa soledad las medidas que juzga imprescindibles para recortar el déficit en la magnitud y en los plazos exigidos por la Unión Europea para preservar la solvencia del euro.

Subrayan, sin embargo, que en este caso "soledad" no es equiparable a "debilidad", porque, de hecho, argumentan, no sólo ha sacado adelante el decreto a pesar de las dificultades, sino que además ha evitado que se tramitara como proyecto de ley, lo que hubiera alargado su entrada efectiva en vigor y podría haber causado mayor inquietud e incertidumbre entre los colectivos directamente afectados.

En el Gobierno expresan además su confianza en que, a pesar del rechazo inicial y de que las medidas resulten difíciles de aceptar, la evidencia de que se ha actuado "con responsabilidad y firmeza" será recompensada por los ciudadanos, que saben además que decisiones similares se están tomando en todos los países de la Unión Europea por la gravedad de la crisis.

De hecho, denuncian que España es el único país donde el debate sobre las medidas para reducir el déficit ha tomado un sesgo claramente electoralista y se desarrolla con parámetros netamente internos con un evidente intento por parte del primer partido de la oposición de convertir la votación de algo "inevitable" en una especie de toma de temperatura de la fortaleza del Gobierno.

Frente a ello, subrayan, el Gobierno ha salido airoso y es el PP quien ha quedado en evidencia. Argumentan, para sostener esa reflexión, que el Ejecutivo tiene que recorrer un camino complicado para reconstruir consensos, para lo que se pondrá a trabajar de forma inmediata, pero más difícil será para el primer partido de la oposición, a la vista de lo sucedido, articular una mayoría que respalde su alternativa.

Sólo eso, dicen, permitiría al PP dar el paso lógico que debería seguir en su estrategia, la presentación de una moción de censura, inviable hoy por hoy, creen en el Gobierno, por su incapacidad de obtener respaldos para una candidatura alternativa, que le obliga sin remedio a esperar la cita en las urnas, cuando corresponda, y que en principio el presidente no tiene intención de adelantar.

(SERVIMEDIA)
27 Mayo 2010
CLC/SGR/caa