Cae en Albacete una banda de proxenetas que controlaba con huella dactilar a las mujeres que explotaba
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La Policía Nacional ha desarticulado en Albacete una banda de proxenetas que explotaba a mujeres en clubes de alterne, donde las obligaba a usar tarjetas magnéticas con sus huellas dactilares para contabilizar cada servicio sexual.
Según informó la Policía, en el marco de esta operación han sido detenidas siete personas, a las que se han intervenido más de 45.000 euros en efectivo y un arma de fuego simulada.
La investigación se inició hace tres meses, cuando una mujer denunció que en un club de alterne de Albacete se estaba obligando a ejercer la prostitución a mujeres extranjeras, al tiempo que en el establecimiento se vendían diferentes sustancias estupefacientes.
La denunciante, que también había sido explotada en ese club, acudió a la Policía con dos miembros de la ONG Médicos del Mundo, que la animaron a denunciar los hechos y la acompañaron en todo momento, debido al miedo que tenía a posibles represalias que pudiera sufrir por parte de los responsables del club.
HABITÁCULO PARA ‘VIPS’
La víctima aseguró a los agentes que en el interior de dicho local existía una habitación con doble habitáculo, al que solo tenían acceso clientes muy selectos, donde tenían encerrada a una menor de nacionalidad brasileña a la que también obligaban a ejercer la prostitución.
Si bien los investigadores verificaron la existencia de dicha habitación, no se ha podido comprobar la presencia de la menor en el club, ya que de momento no ha sido localizada. No obstante, continúan las investigaciones para el completo esclarecimiento de los hechos.
Inmediatamente se puso en marcha una investigación para comprobar la veracidad de los hechos denunciados que terminó con la desarticulación de una organización que captaba a mujeres extranjeras. Se trataba de personas especialmente vulnerables debido a su situación irregular en España, lo que la banda aprovechaba para obligarlas a ejercer la prostitución, recurriendo para ello a todo tipo de violencia y amenazas, incluso con un arma de fuego simulada.
Las víctimas eran sometidas a estricto control por parte de los explotadores, que las obligaban a utilizar tarjetas magnéticas con sus huellas dactilares con las que contabilizaban cada servicio sexual o las consumiciones realizadas, así como el tiempo empleado en cada uno de ellos.
(SERVIMEDIA)
10 Jul 2017
NBC/caa