Asimismo, la entidad ampliará su equipo de expertos en energías limpias, con la creación de uno nuevo en Escocia, con el fin de posicionarse como líder en esta materia del sector bancario británico.

En 2007, Co-operative Bank destinó 465 millones de euros a financiar energías renovables e iniciativas para la reducción de emisiones de CO2, y, desde entonces, ha adquirido una amplia experiencia en el apoyo a proyectos para la generación de energía eléctrica a partir de energía eólica y biomasa, o en centrales eléctricas de ciclo combinado.

El banco está especializado en proyectos de pequeña y mediana envergadura, que ha seguido financiado a pesar de la crisis económica, mientras que la política de otras entidades ha sido limitar el crédito a grandes empresas.