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EL 71% DE QUIENES ESPERAN UN TRASPLANTE CONFIAN EN REANUDAR SU VIDA CON NORMALIDAD TRAS LA OPERACIÓN

MADRID
SERVIMEDIA

El 71% de quienes esperan un trasplante confían en reanudar su vida normalidad tras la operación, según se desprende de los primeros datos de un estudio coordinado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

El estudio, efectuado por la red temática de investigación en trasplantes, formada por 21 centros y coordinada por la ONT, pretende conocer calidad de vida que presentan los pacientes que han recibido un trasplante de órganos.

"Va a ser el estudio más grande a nivel europeo", tanto por sus características, como por el tamaño de la muestra,informó en rueda de prensa la coordinadora de la red, Blanca Miranda, quien aseguró que los investigadores no buscan sólo que las personas trasplantadas vivan más, sino también que lo hagan en mejores condiciones.

De hecho, el 65% de los pacientes que esperan un trasplante aseguran que lo fundamental para ellos es obtener una buena calidad de vida tras la operación.

El 71% de las personas en lista de espera buscan en el trasplante "quedar en condiciones de llevar una vida normal y trabajar"; un 21%, "poder valerse por sí mismos aunque sea sin trabajar", y un 8%, "sobrevivir, a pesar de que tengan que hacerlo con ayuda".

Miranda explicó que durante el tiempo que lleva en funcionamiento este trabajo, los integrantes de la red han estudiado, entre otros aspectos, la calidad de vida expresada por el paciente en relación con su salud antes y después del trasplante.

Por el momento, se han analizado ya cerca de 1.500 pacientes en lista de espera y 700 después de haber sido trasplantados. De estos últimos, en 230 casos el seguimiento se prolonga ya desde hace más de un año. Las personas trasplantadas, varones en su mayoría, tienen una edad media que oscila entre los 50 y los 55 años.

MEJOR CALIDAD DE VIDA

Los resultados obtenidos hasta el momento constatan una importante mejora de la calidad de vida de todos los pacientes tras el trasplante, independientemente del órgano que se le haya trasplantado, según señaló Josep María Grinyó, del Hospital de Bellvitge de Barcelona.

Esta mejoría se produce tanto en el aspecto físico como en el psicológico y se manifiesta ya a los tres meses de la intervención. Pasado este tiempo, la salud del paciente trasplantado mejora progresivamente, aunque de forma más lenta, hasta que pasa el primer año de vida con el nuevo órgano.

Entre los objetivos de la red temática de investigación de trasplantes, creada hace tres años, figuran el de disminuir las diferencias de donaciones existentes actualmente entre comunidades autónomas y el de reducir, igualmente, la tasa de negativas familiares.

En este sentido, el coordinador nacional de trasplantes, Rafael Matesanz, señaló que Galicia y Castilla-La Mancha son las regiones españolas donde se registran las tasas más altas de negativas familiares, por lo que en ellas "hay que hacer un esfuerzo superior" para mejorar este problema.

Matesanz recordó que España tiene una tasa de 34 donantes por cada millón de habitantes, muy por encima de la media europea, que es de 18 por millón.

(SERVIMEDIA)
02 Nov 2005
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