Una neuroprótesis podría acabar con los temblores del párkinson
- El CSIC espera que esté en el mercado dentro de cinco o diez años
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Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un sistema capaz de eliminar los temblores incontrolados que provocan enfermedades neurodegenerativas como el párkinson o el alzhéimer.
En concreto, el dispositivo es capaz de identificar si la persona tiembla o no y si quiere ejecutar movimientos o no y, a través de estimulación eléctrica funcional, estabiliza el temblor.
Según explicó a Servimedia Eduardo Rocón, investigador del CSIC, el sistema se está probando ya con una decena de pacientes, pero no se realizará su validación clínica hasta octubre. "Hasta ahora, ha funcionado en cerca del 70% de los casos", señaló Rocón.
Actualmente, este tipo de temblores se trata mediante medicación o estimulación cerebral profunda, pero un 25% de los pacientes no responde a ninguna de las terapias.
El sistema es de momento un prototipo, y se basa en un conjunto de sensores que son capaces de medir toda la cadena de generación de movimiento, desde el origen de la "orden" en el cerebro hasta su ejecución.
Además, utiliza electrodos que miden la actividad muscular, de modo que también se podrá saber cuándo se está en movimiento.
El sistema sólo elimina los temblores si van a interferir con el movimiento voluntario del sujeto, a fin de no cansar al músculo.
El temblor se elimina por dos vías. En el caso de un brazo ante un acto como el de agarrar un objeto, por ejemplo, se podría optar por forzar la rigidez del músculo o por actuar "en contrafase", aplicando una acción que lo moverá en la dirección opuesta, para que la suma de ambos produzca estabilidad.
De momento, se trata sólo de un prototipo, aunque los investigadores estiman que a finales de año terminarán las pruebas con pacientes, que se están llevando a cabo en Bélgica, Reino Unido y España.
SALIDA AL MERCADO
Aunque es difícil de predecir, porque "depende en
parte de la reacción de la industria", el CSIC espera que en un plazo de cinco o diez años pueda haber una solución de este tipo en el mercado. "Nuestra intención es lanzarlo, pero pueden quedar años", añadió Rocón.
La investigación aún está en marcha, y cuenta también con la participación de investigadores del Instituto de Biomecánica de Valencia, de la Universidad de Roma Tre (Italia), de la Universidad Libre de Bruselas (Bélgica), de la de Aalborg (Dinamarca) y con las empresas Technaid, Smartex y UNA Sistemi.
El dispositivo será presentado en Zaragoza desde este miércoles hasta el viernes, en la reunión informal de ministros de la Unión Europea con competencia en discapacidad, donde se harán además pruebas con pacientes.
(SERVIMEDIA)
18 Mayo 2010
LLM/AGQ/lmb