La concentración de delegaciones en varios hoteles situados en la zona de Gregorio Marañón provocó esta mañana que decenas de agentes y vehículos del Cuerpo Nacional de Policía, seguridad privada y coches oficiales de las comitivas tuvieran prácticamente tomadas las calles.

El estrecho control de seguridad llega al punto de que, por ejemplo, las personas que querían cruzar de una acera a otra de la calle de Miguel Ángel, junto al Paseo de la Castellana, debían hacerlo por un punto fijado por la policía. Esta mañana también se montaron controles policiales en algunas carreteras de entrada a Madrid.

Además de haberse colocado vallas en la mayoría de los lugares destinados habitualmente a aparcar y de prohibirse el aparcamiento en las inmediaciones de los hoteles de la zona de Gregorio Marañón, muchos ciudadanos que tenían estacionado el vehículo no podían salir porque los coches en doble fila de las delegaciones oficiales se lo impedían.

Las medidas de seguridad eran tales que incluso para entrar a algunos de los hoteles las personas debían pasar por el arco de seguridad y sus bultos por un escáner.