Zapatero lo confirmó a preguntas de los periodistas que asistieron a la rueda de prensa posterior a la Cumbre UE-Mercosur, que se celebró hoy en Madrid. Se hará, eso sí, de acuerdo con el modelo actual que contempla una paga que se abona en enero recogiendo el volumen de inflación acumulado mes a mes.

Menos abierto se mostró a la posibilidad de enmendar su congelación de las pensiones como resultado de un hipotético acuerdo con el PP. "Estamos dispuestos a dialogar con el PP", afirmó, "pero mantenemos nuestra posición de no incrementar las pensiones en 2011".

Según recalcó, "es necesario" hacerlo, "porque en 2011 es donde más esfuerzo de consolidación fiscal vamos a hacer, donde más esfuerzo necesitamos hacer". De todos modos, recordó que de los 30.000 millones de recorte de gasto que se repartirán las distintas administraciones, el de prestaciones sociales equivale a menos del 10%, y el resto se ahorra en gasto corriente, subvenciones, gestión pública y otras partidas de esa índole. Mucho más, agregó "cuando venimos de unos años de gran crecimiento" en materia de pensiones.

Por otra parte, Zapatero tachó de incoherente al presidente del PP, Mariano Rajoy, por decir a la vez que el recorte era "improvisado e insuficiente". Sin embargo, le parece "imprescindible" un "esfuerzo común" de los dos partidos con responsabilidad de gobierno, y por ello se comprometió a fomentarlo "en todos los ámbitos, especialmente el parlamentario".

Además, recordó que el PP gobierna en muchas administraciones que suponen "parte muy importante del gasto público" y aventuró que ambos partidos "tienen que comprometerse" porque, de lo contrario, "a medio plazo" la mayoría de los ciudadanos pensarán que "no han estado a la altura de las circunstancias".

El presidente quiso ver una consecuencia saludable del recorte impuesto por la UE en el hecho de que los responsables políticos se estén ahora reduciendo el salario, algo que, afirmó "tiene un valor ejemplar" y se debe, en su opinión, al plan de ahorro que presentó en el Congreso. Reconoció que éste "tiene medidas duras, en especial para los pensionistas y los funcionarios", y aseguró que "a ningún presidente le resulta fácil" emprenderlo, pero, como contrapartida, subrayó que "a partir de entonces se ha desencadenado una buena iniciativa en pro del ahorro en todas las administraciones públicas", extendiendo una saludable "cultura del ahorro".